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| Del muro de Estela Mar: Amigxs, lean este poema. El autor es uno de nuestros maravillosos jóvenes. Conmovedor.
Devuelvan a Santiago ¿está vivo? le escribiremos en el cuerpo las sanaciones le suturaremos las heridas con amor violento le daremos de beber de comer lo abrigaremos para que descanse después le haremos una fiesta íntima como son íntimas nuestras concentraciones populares como son reclamos nuestras fiestas como son fiestas nuestras batallas Pero devuelvan a Santiago. ¿Está muerto? sabemos qué hacer desde Antígona para acá sabemos qué hacer con nuestros muertos todos nuestros muertos se parecen y nosotros mismos nos vamos pareciendo a nuestros muertos con el tiempo entonces devuélvanlo que nosotros lo vamos a enterrar en las alturas de la memoria para que nos mire (y sobre todo: los mire) desde nuestras alturas montañosas de la memoria entonces devuélvanlo sabemos cómo llorarlo cómo blindarlo de los canallas cómo acunarlo en las multitudes cómo nombrarlo y cómo abrigarlo con ternura y con cólera cómo alzarlo con ferocidad en los muros cómo honrarlo a lo largo de los días pedestres cuando todo parezca volver a la calma pero a nosotros a nosotros todavía nos arda el pecho dentro de diez o doscientos años.
Francisco Figueras
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